Milagros

Los milagros nos recuerdan que nada es difícil para Dios. Está en la Biblia, Éxodo 14:21-22, "Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda".

Los milagros enfocaron la atención en el poder y la divinidad de Jesús. Está en la Biblia, Juan 2:11, "Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él".

Lo milagroso nunca anula la necesidad de tener fe personal. Está en la Biblia, Juan 20:29-31, "Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron. Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre".

Los milagros validaron el ministerio de la iglesia primitiva. Está en la Biblia, Hechos 5:16, "Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados".

Aunque los milagros son una señal del ministerio de Dios, debemos estar alerta porque Satanás también puede hacer milagros. Está en la Biblia, Apocalipsis 16:14, "Pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso".